Patricia Cuadrado De Mattos
Miembro, Uruguay
Antes de que Reiki me encontrara, estudié química en la universidad. Deseaba ser farmacéutica. Trabajé como representante de ventas para una compañía farmacéutica y enseñé química en la universidad. Estaba profundamente infeliz en ambos puestos. ¡Esto no era lo que yo tenía en mente para mi vida! Necesitaba encontrar otra forma de vida y no tenía ni idea adónde ir o qué hacer. Entonces comencé a padecer mareos.
Una terapeuta me habló de Reiki, ella me dijo: “esto sería maravilloso para ti”. Yo le contesté: “De acuerdo, lo haré” y me encaminé a recibir mi primer tratamiento de Reiki. ¡No tenía ni idea de qué trataba! Durante mi primer tratamiento me sentí en casa. Tras esta experiencia ¡me volví adicta a Reiki! Durante dos años asistía a recibir tratamientos de Reiki durante mi hora de la comida. Los mareos continuaban, pero fui capaz de sobrellevarlo; ¡estaba mareada y feliz!
Decidí estudiar primer grado. Una vez comencé a darme auto tratamientos mi vida cambió para siempre. Exactamente un año posterior a mi iniciación en primer grado, me despidieron del trabajo que me desagradaba y recibí un gran paquete de indemnización. Inmediatamente estudié segundo grado de Reiki. Poco tiempo después comencé a buscar a alguien que me iniciara como Maestra de Reiki; asistí a un taller para practicantes de Reiki. ¡Fue una bella experiencia! Al encuentro asistieron cuatrocientas personas, todas ellas intercambiando Reiki. Al final del taller, le pedí a Phyllis Furumoto que me preparara para ser Maestra de Reiki. Ella me dijo que sí.
Mi camino de Reiki ha estado lleno de sorpresas. Una vez necesité ,600 para marchar a Gales; no tenía ni idea de dónde me vendría este dinero. Un día un hombre llamó a mi puerta y me entregó un cheque por ese mismo valor. El dinero procedía de un fondo de jubilación de mi padre. Desde entonces, siempre ha sido parecido. Una vez que me comprometo, siempre recibo apoyo.
Desde que me inicié como Maestra de Reiki han ocurrido profundos cambios en mi vida. Según acompaño a los alumnos, me abro a diferentes aspectos en mi vida. Esta nueva apertura mueve todo dentro de mí. En cada apertura me reconecto más profundamente conmigo misma. Pienso que al nacer dejé gran parte de mi tras un velo. Cuando estoy con Reiki, esa parte de mi se me vuelve más presente y comienzo a recordar. Esa parte de mi casi olvidada se convierte ahora en una fuerza guiadora en mi vida.